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martes, 18 de enero de 2011

BOLIVAR III



Cartagena representaba la máxima expresión del poder de España en el Nuevo Mundo. Una ciudad fortificada que dominaba la costa de Nueva Granada. La ciudad permanecía a manos de los revolucionarios colombianos para el año de 1812. Quienes habían declarado la independencia de Colombia días después que lo hizo Venezuela, pero estaban ya enfrentando el mismo padecimiento que aniquilo a la Venezuela libre…la inexperiencia y la desunión.
Esta era la Nueva Granada con la que se encontró Bolívar. Simón había echo su elección. Convertir a Sur América en su meta política. Sin dinero y refugiado, el joven revolucionario venezolano había madurado desde la experiencia en puerto Cabello. En vez de apresurarse a enfrentar a los españoles, amenazando a Cartagena a través del Magdalena, se retiró a su habitación a pensar. El producto de sus razonamientos dio como resultado el “Manifiesto de Cartagena”; redactado ya como un jefe de estado. Con unos toques personales de persuasión y claridad. El Manifiesto de Cartagena era la voz del líder, hablando con las personas que intentaba liderar.
Mientras tanto, había comenzado a implementar sus planes, con la creación de un frente militar. El gobierno de Cartagena le había asignado una comisión para la creación de una fuerza de ataque. Pero el comandante Francés Pierre Labatute, asignó a Bolívar a un puesto insignificante en el bajo Magdalena, y le ordenó permanecer allí.
Simón Bolívar había aceptado su última orden militar. De allí en adelante, el seria quien las daría. Días después que tomo el comando en Barrancas. Empezó a moverse junto a los 200 hombres asignados en lanchas, río arriba por el Magdalena. Barriendo con los realistas desde Mompox a Tenerife. 15 días después de comenzada la acción militar. El río se encontraba sin rastros de fuerzas españolas. Su fuerza aumento a 300 hombres que se unían a la fuerza de liberación a lo largo de la marcha. Bolívar acampo en Ocaña, y recapacitó sobre cuales serían los próximos movimientos. Los realistas estaban amenazando a los tres gobiernos independientes de Nueva Granada. Desde Cúcuta, cruzando el río Táchira de Venezuela. El comandante patriota Manuel del Castillo del comando de Cúcuta. Apelo a Bolívar por ayuda, este obtuvo el permiso de Cartagena, y apoyó militarmente al comandante.
Cruzando los llanos y las montañas colombianas marchaba Bolívar con su aun pequeño ejército, alcanzo los alrededores de Cúcuta el 28 de Febrero. Una fuerza de realistas de mas del doble de la fuerzas de Bolívar salió al encuentro del libertador y sus desentrenados hombres; estos se enfrentaron valientemente a los realistas con sus bayonetas, y los derrotaron. La amenaza de una invasión de España había sido eliminada, y lo más importante para Bolívar… el camino a Venezuela, se encontraba ahora despejado.
Bolívar y sus hombres cruzaron el río Táchira a mediados del mes de Mayo de 1813. Después de débiles respuestas, las fuerzas de Monteverde abandonaron Mérida y Trujillo. Aumentando el número de combatientes a su paso, el Libertador entro en Trujillo el 14 de junio, a pesar de las limitaciones impuestas a sus operaciones por el Congreso Colombiano. Preparó su marcha a Barinas. En Trujillo, realizó la proclama de guerra a muerte que rezaba: “Españoles y Canarios, si no trabajáis activamente por la libertad de América, contad con la muerte aun siendo inocentes. Americanos, contad con la vida aun siendo culpables.”
Muchos, han considerado esta declaración de Bolívar como una mancha en su expediente. Argumentan que alentó el terrorismo y el derramamiento de sangre. Recordemos, que era una batalla de supervivencia existencial. Una guerra, y que, en una batalla, "o eliminas…o te eliminan". Bolívar optó en más ocasiones que en menos. En ignorar el decreto de guerra a muerte. En definitiva, sería juzgado por la historia por lo que hizo, y no por lo que dijo alguna vez que haría.
Mas tarde, en Junio, Bolívar guió sus tropas apuntando hacia el Sur. Sobre pasos montañosos, y descendieron hasta Barinas. Allí se encontraba agrupada la segunda fuerza española en el occidente del país. El comandante realista de las fuerzas de Barinas huyó. Libres de posibles ataques por la retaguardia. Los patriotas comenzaron la marcha hacia Caracas. Las tropas patriotas aumentaban mientras avanzaban. Muchos de estos hombres era desertores del ejercito realista que se unían a las tropas leales a Bolívar.
Cerca de San Carlos, los patriotas sostuvieron el más encarnizado enfrentamiento en la campaña de 1813. Una vez que se acercaban las tropas de Bolívar, mil doscientos Españoles abandonaron la Ciudad y se dirigieron a Valencia. Donde planificaron unirse a otros realistas para un último enfrentamiento con las tropas patriotas. Bolívar seleccionó 200 caballos, montó a dos hombres sobre cada uno de ellos, y tras girar las instrucciones estratégicas, ordeno emboscarlos, y eliminar de un tajo a los realistas. Al anochecer las tropas patriotas se habían distanciado de los realistas, y tras adelantarse. Al amanecer, los españoles se encontraron con el camino bloqueado. La caballería patriota había detenido el avance de las tropas realistas que le triplicaban en número. Mientras Bolívar al frente del comando superior, observaba sobre las ancas de su corcel blanco, la aniquilación de 1200 enemigos.
La batalla de Taguanes rompió la resistencia española en Venezuela. Al menos momentáneamente. Monteverde huyó y se atrinchero en Puerto Cabello. Bolívar hizo su entrada triunfal en Caracas el 7 de Agosto, y un día después, declaró el restablecimiento de Venezuela como  República.  Se convirtió en el líder absoluto, bajo la dirección del congreso de Tunja en Nueva Granada.
Solo habían transcurrido 11 meses, y ya Bolívar había tenido que salir al exilio en Curazao. En Agosto de 1813 se encontraba en la cima de la gloria, estando tan solo un año antes, hundido en la frustración.
Bolívar estuvo en la cresta de la ola, solo el tiempo suficiente para que otro rival lo empujara de la tabla. En tan solo pocas semanas. Las fuerzas enemigas se habían reagrupado y comenzado a esparcir nuevamente el terror en todas las direcciones. Monteverde sentado en Puerto Cabello, esperando los refuerzos por mar. Mientras tanto en Coro, el gobernador Ceballos esperaba instrucciones para golpear por el Este. Sin embargo la gran amenaza para la República se encontraba en los Llanos. Allí se encontraban dos lideres de las tropas realistas. Francisco Yañez y Tomas Boves. Estos habían movilizado un ejercito de salvajes bajo el lema “La santa España”. Dejando a su paso muerte y destrucción. A Boves, le gustaba la morbosa desviación de observar a la gente morir, después de herir a sus victimas con la espada sangrienta, los dejaba abandonados. al sol y disfrutaba contemplando el momento de su espiración final. Su método de tortura favorito consistía: En forzar a los cautivos, a pararse descalzos sobre cristales rotos. Boves llego a Venezuela después de una oscura trayectoria, a bordo de galeones dedicados al contrabando. Se interno en las llanuras venezolanas, y se compenetró con sus habitantes y sus costumbres.
Boves soñaba con liderar a los mestizos, a los negros, a los mulatos, y a los indígenas, para lograr la total dominación del territorio nacional. Si no hubiese sido por su propia muerte tal vez lo hubiese conseguido.
Bolívar ya conocía que este no era el único peligro. El imperio amenazaba a la segunda república con renovadas energías. España comenzó la preparación de expediciones en contra de los revolucionarios, tan pronto como Napoleón soltó las manos de Europa en 1813. Aun mas, los problemas para Bolívar aumentaban. Mariño, el general patriota, quien había conquistado el oriente venezolano. Se negó a cooperar con el gobierno de Caracas, y formó su propio Estado en el oriente del País.
Bolívar comandaba solamente la espina dorsal de Venezuela. De los Andes lo separaban a los realistas. En los Llanos de sus aliados en Coro, Puerto Cabello y Maracaibo. Era imperativo para los españoles cortar el paso de Bolívar a los Andes…Continuara.

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