I
Larga mañana de cargas,
creencias y amuletos,
la piedra negra del guanche… pesada.
Apurado paso con fardos,
aun puedo llegar no muerto,
enfrentando cara a cara al desconocido,
la incertidumbre y el miedo,
recordé que no le temo,
respirando el poder,
impregnado en el ambiente,
despertó de mi letargo,
la palabra Libertad,
sin ayunos de recuerdos,
ni esqueletos inertes,
eso creen ellos…me río,
de mi cita con la muerte,
tan cerca y tan lejos,
orgullos, opulencias,
vanidades, despensares,
en momentos críticos de la historia,
revoltura de huesos,
hijos que no están,
gritando por respirar,
aire limpio de presentes,
y de futuros alegres,
sin ayunos de cadenas,
revelando el misterio detrás de la luz…Dios,
caminar y amar…despacio,
siendo ya…libres, los dos.
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