I
¡Oye tu!…allí abajo, a mis pies.
¿Que buscas?, ¿Preguntas por mi?.
Estoy en todas partes,
en donde puedas sentir.
En las montañas, en los valles,
en los ríos y en los mares,
en el aire que respiras y en tus dudas y pesares.
Y sigues preguntando por mi.
Y sigues preguntando por mi.
¡Oye tu!...allí abajo, hablo contigo.
Aquí al lado de tu hombro.
¿No me ves?,
clavado sobre una cruz.
Por tus penas, tus pecados,
por tus largos días y dolores.
Por tus noches de temores.
Y sigues preguntando por mi.
Y sigues preguntando por mi.
Veo que no puedes distinguir, entre la oscuridad y la luz.
Te perdono hijo, solo graba en tu memoria,
Estoy aquí a tu lado, callado.
Cargando tu peso en mis hombros,
en tus adentros, en tu ayer.
soy Jesús el Cristo, tu estar y tu ser.
El que murió por tus pecados,
es hora de entender,
estoy aquí, y aun no me ves.
soy Jesús el Cristo, tu estar y tu ser.
El que murió por tus pecados,
es hora de entender,
estoy aquí, y aun no me ves.
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