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martes, 17 de agosto de 2010

Nuestra Señora de La Ruinas



I

Guardián de siete hijos echados en el mar, 
con hondos barrancos, que dejan caer el sol de los ocasos.
 De nieves invernales bañado, como un sabio pensativo. 
Temblores de furia guardada dé Morunos y Tizones. 
   
II
 Gigante ancestral de basálticos, 
filarmónica de traquitas y fonolitas de sales. 
Montaña blanca y Majúa llenas de tiempo y zahorras.
 De Obsidianas por tus Guanches, las defensas fabricadas. 

III
 Caminos de violetas tus cañadas, 
muerte lenta de muflones por conejeros acabada. 
Raros musgos con borrizas, huesped de fumarolas,
 orejudos voladores que pasean, Por cardos de plata dormidos. 

IV


 Deja dormir en su siesta, á tus hijos en mar echados.
 Sigue ocultando tus soles, en tus barrancos profundos.
 Sigue pensando viejo sabio de furias adormecidas.
De hombros largos y plateados... en tus laderas cansadas. 

V
 Majestuoso modelo de postales, maquillador de laderas,
 de arco iris matizadas, con trazos azules y sienes plateadas, 
los dulces rojos cansados de tu crepúsculo suave.
Admiración de propios y extraños, de tu cielo y tus estrellas.
¡Patrimonio del mundo!...por tu grandeza y belleza.

TEIDE



I

Guardián de siete hijos echados en el mar, 
con hondos barrancos, que dejan caer el sol de los ocasos.
 De nieves invernales bañado, como un sabio pensativo. 
Temblores de furia guardada dé Morunos y Tizones. 
   
II
 Gigante ancestral de basálticos, 
filarmónica de traquitas y fonolitas de sales. 
Montaña blanca y Majúa llenas de tiempo y zahorras.
 De Obsidianas por tus Guanches, las defensas fabricadas. 

III
 Caminos de violetas tus cañadas, 
muerte lenta de muflones por conejeros acabada. 
Raros musgos con borrizas, huesped de fumarolas,
 orejudos voladores que pasean, Por cardos de plata dormidos. 

IV


 Deja dormir en su siesta, á tus hijos en mar echados.
 Sigue ocultando tus soles, en tus barrancos profundos.
 Sigue pensando viejo sabio de furias adormecidas.
De hombros largos y plateados... en tus laderas cansadas. 

V
 Majestuoso modelo de postales, maquillador de laderas,
 de arco iris matizadas, con trazos azules y sienes plateadas, 
los dulces rojos cansados de tu crepúsculo suave.
Admiración de propios y extraños, de tu cielo y tus estrellas.
¡Patrimonio del mundo!...por tu grandeza y belleza.

Pensamientos III



Deberíamos abrir la puerta del cuarto negro de la esclavitud,dejando salir las sombras, dando paso a la luz de la libertad.

martes, 10 de agosto de 2010

Lucas



I

 ¿Como estas amigo?, te vi solo al pasar, 
esta fría la tarde, húmeda, sola. 
¿Tienes un minuto?,
no te quiero molestar. 
escúchame, deja tus alas dormidas, 
fijando los ojos míos. 
 Disculpa, necesito tu atención, mírame. 
Quiero contarte las cosas, 
que guardadas llevo. 
Y ya no quiero callar. 
Décadas de silencio. 
Cansado de buscar estoy, 
la paciencia de un amigo. 
Una caricia sin rostro, 
una vivencia contigo.
  Palomas distraídas que se acercan, 
déjalas tranquilas. 
Solo quiere enterarse de nuestros secretos. 
Lo que hablan escondidos, 
nuestros temores ocultos. 
Las verdades escondidas, 
bajo elegantes plumas blancas..
 Palomas que te rodean, 
como acólitos de un Rey. 
Déjalas, tienen hambre y ya no saben que hacer. 
No me interrumpen antojos, 
aun podemos hablar. 
Sin que se enteren siquiera, 
mis desahogos contigo. 
Blanco de plumas amigo, 
te espero sin esperar.
 Te contaré de las luchas. 
De dolores, de pobrezas y de amores. 
Mis luchas por la vida, 
dolores que ya no encuentro. 
Pobrezas que me perturban y amores que están tan lejos .
Hasta luego Lucas...hasta luego amigo.

lunes, 9 de agosto de 2010

Prosa: Eternas vigilantes de las calles Laguneras


Quiero hoy escribirles, y al mismo tiempo hacer una reflexión, sobre unos personajes que nos han acompañado a lo largo de la historia en nuestra querida ciudad y han sido duramente atacadas en los últimos tiempos por toda clase de personas, en las que incluyo, a la gente común, a la no común y a la no tan común, que emiten opiniones a diestra y siniestra, importándoles solamente sus muy particulares conclusiones, en otras palabras, el sempiterno bla,bla,bla egoísta de los que solo piensan en sus intereses particulares. Me refiero a las vigilantes silenciosas y graciosas de los aleros de las casas y calles laguneras...las graciosas palomas, cuyo único delito, como todo animalito incluyendo al homo sapiens es tener hambre existiendo algunos humanos que proporcionalmente pudiesen digerir de una sola sentadilla 1000 veces más que una palomita, y por supuesto quien consume alimentos, necesariamente al cabo de poco tiempo se verá obligado a expulsar los desechos producidos, es pues esta, una necesidad natural. A diferencia de las palomas, los hombres y mujeres de nuestra sociedad, dependiendo del poder adquisitivo de cada quien, puede realizar esa necesidad fisiológica con más o menos obstentabilidad,supongo que existirán retretes con ribetes de oro, de cerámica, sucios, limpios y de acuerdo a su rutina de limpieza, el nivel de guarrabilidad acumulado en su superficie, y en el peor de los casos nos dirigiremos en forma presurosa a algún recóndito lugar para salir oportunamente de nuestros desperdicios. Se ha atacado duramente en los últimos tiempos a esto animalitos por su derecho natural de deshacerse de sus desperdicios y empiezan a escucharse comentarios de todo tipo de personajes, políticos buenos o de la morrilla, empresarios, comerciantes y gente común de la calle, y se expresan diferentes opiniones con multitud de decisiones, y me pregunto si alguna vez a alguien le ha importado la opinión de la palomita, o no tiene derecho la palomita a expulsar decentemente sus desperdicios. Que egoístas solemos ser en la mayoría de los casos. Cuando empezaremos a pensar en todas las criaturas que comparten con nosotros el único lugar que tenemos para vivir...el planeta Tierra, ellos no tienen otro, y cada día se extinguen numerosas especies por culpa de los prepotentes hombres y sus negligencias. En días recientes esperaba la apertura de una entidad bancaria local y escuchaba la conversación de dos ciudadanos parados frente a la puerta de la entidad, un señor mayor con voz prepotente que se dirigía a una dama dulce recién llegada al lugar, el caballero de cara tosca le advertía a la dama que tuviese mucho cuidado con las palomas, y el riesgo que corría de ver manchada su cabeza por la mala educación de una palomita, la dama miro tiernamente a la palomita y exclamo-pobrecita-.El iracundo caballero vocifero nuevamente-son un asco. ¡Hay que exterminarlas!, producen enfermedades; la gentil dama le respondió dulcemente-yo padezco la enfermedad de las palomas...ellas no tienen la culpa. Es en este momentos donde entra la reflexión, y empezar una propuesta que llevo tiempo pensando, y se la dejo caer especialmente al alcalde de la Laguna Don Fernando Clavijo, para que la reflexione, pues seguro estoy de su viabilidad y resultados. Nuestras palomas laguneras hacen lo que hacen porque tienen hambre; le propongo pues la construcción de comederos de palomas distribuidos estratégicamente en los lugares neurálgicos donde se concentra la mayor cantidad de estos excrementos, por supuesto la limpieza de esos lugares debería hacerse a diario y proveerles de alimentos a estos bellos animalitos y se ahorraría el municipio seguro estoy, de unos problemillas , eurillos y se mantendría a todos contentos...A la personas detractores o no,a los políticos buenos o no,a los ambientalistas buenos o no....y especialmente a las que sirven de custodia para nuestra ciudad....Las Palomas. Hasta el próximo encuentro.

Pensamientos II



En la naturaleza vemos a cada segundo, el rayo de luz que originó la primera gran explosión creadora del Universo...Dios.

martes, 3 de agosto de 2010

La Reina y el capitán



I
 Jardines imperiales,muros de piedra con tronos, 
plebeyos,testigos mudos 
adornados de opulencias y de flores, 
de platónico amor,callado, 
hablando solamente, el lenguaje de pestañas cerradas, 
coronas ceñidas, pasos lentos, flotando en el tiempo.
Lo prohibido, lo inconcebible... lo absurdo..
 Te prometí mares nuevos, 
oro, cielos en calma y estrellas, 
y sin saberlo majestad, iba a encontrarme con ella, 
llevaría tu olor, tus manos, tu recuerdo, 
tus ocultos anhelos, llegarían tus hijos y los nuestros. 
 Desembarco, oscura tarde de marejada y vientos, 
verla solo a ella tocando tierra primera, 
de traje solo vestida con largo collar de perlas, 
amor, enamorado, sus ojos en los tuyos, 
ilusionado de ti...enamorado mi reina. 
De sus cabellos, de sus ojos... tan iguales a los tuyos.
  Puse su nombre en el vuestro, 
tu abolengo y dinastía, 
nacieron los hijos, sus voces. rubios y elegantes, 
traviesos, sus saltos y alegrías, 
solo un fraile conocía la verdad...mis confesiones. 
Me rescato ella de la herida, del dolor de lanzas y flechas, 
me cobijaron sus brazos, su ternura, su pasiones. 
  Llegó la muerte, bajo tierra me abrazaste, 
desnuda, volviste a mi en la eternidad. 
Viajaron los rubios con oro, 
llenos de cielos y estrellas, 
para amarlos como tuyos, a pesar de las querellas, 
de lo que hablen aquellos, y aquellas, 
mis ojos, mis dos amores y reinas.

ALONSO E ISABEL I


La tarde de ese domingo para la historia, había decidido desembarcar del galeón para inspeccionar aquella parte de la costa que le pareció de inusitada belleza cuando habían anclado a tempranas hora de aquella mañana calurosa de los veranos eternos tropicales. La Tripulación consistía en un grupo de convictos criminales que preferían una libertad supeditada al riesgo de una aventura hacia terreno desconocido, que acabar sus vidas en calabozos denigrantes con mendrugos de pan y la ración diaria de agua correspondiente. Los acompañaba en la aventura Américo, navegante y cartógrafo que había estado junto al Almirante Colon en su cuarto viaje por las Indias, le había entregado a Alonso el mapa de la ruta unos meses atrás. Alonso, capitán de la armada española, que veía después de insistencia y años de espera, la consecución de uno de sus más anhelados deseos, la exploración de tierras nuevas para entregarle al platónico amor de toda su vida, las riquezas y esclavos que prometían las historias de viajes anteriores. Viajaba también con ellos en la odisea, un fraile, encargado de la enseñanza y la conversión a la cristiandad de cuanto indígena se cruzase por su camino. Orden con carácter especial impartida por la católica Reina de uno de los imperios más poderosos de la época, recordaba Alonso, mientras los vaivenes bruscos de olas encrespadas, y la cara mojada por las salpicaduras del mar tras las caídas violentas de la proa ,que se trataba de un lago de agua dulce, aquel último encuentro con su majestad en los jardines de palacio; después de las reverencias acostumbradas precedieron a una larga caminata por los paseos perfumados del jardín donde sus ojos no se atrevían a mirarse de frente por miedo a que fuese delatado su amor por la inquietud de las miradas; Alonso le pidió a su majestad la autorización para realizar el ansiado viaje, después de explicarle Isa bel la escasez de tripulación, convino con este en encontrarla en las cárceles, y en proveerle de un galeón y provisiones; con el recuerdo de sus ojos, veía como se acercaba a golpes de remo a la costa paradisíaca adornada con bamboleantes palmeras que se dibujaban a los lejos como abanicando la costa bajo el calor pegajoso de la tarde. A lo lejos avistaron un alegre ajetrear de manos que les indico la presencia y la emoción de indios, que por su alegría demostraban su carácter pacífico, y hacían notar de forma incontrolable su presencia, el ritmo de su corazón se acelero por instantes con una fuerza inusitada e intentaron devolverles el saludo agitando también sus manos. Alonso dio órdenes inmediatas a su flotilla de desembarco a buscar cualquier objeto de valor para utilizarlo en la realización de cualquier tipo de intercambio que pudiese llevarse a cabo con los indígenas. Al llegar a la orilla de la playa procedieron a desembarcar de la lancha cargando Alonso consigo una larga lanza con la bandera de la corona en uno de sus extremos, la hundió en forma enérgica en la blanda arena, y tras una breve oración, proclamo el territorio virgen a los pies del español, territorio de la corona. Los indios peleaban y se empujaban entre ellos por tocar a estos indios raros y nuevos, con diferentes vestimentas y objetos, para ellos, hasta ese momento desconocidos; Alonso distinguió enseguida la jerarquía social de los Indios, y pronto comenzó el intercambio de espejos y cuchillos por plumas usadas por los nativos, llamándole particularmente la atención la presencia entre la multitud de Indios de una mujer que por su natural belleza y una piel acaramelada con una larga cabellera negra que dejaba caer sobre sus hombros y vestida solamente con un collar de perlas tan brillantes, que al reflejo del sol cegaba la vista de cualquiera que se atreviese a parar sus ojos ante su descomunal belleza. La reacción momentánea de Alonso fue de asombro, no recordaba en sus años de vida haberse jamás envuelto en ese marisma de sentimientos que le provocaba aquella hermosa nativa...empezando la más hermosa historia de amor jamás contada... continuara.

Pensamientos I



La libertad es sin duda, la esencia fundamental del hombre.