Cuando murió el amor
I
No hables...quédate en silencio, callada.
Quiero escudriñar en tus ojos,
lo que hablan tus lágrimas cansadas,
que despiertan los movimientos,
por los que tiembla de pavor el alma.
Quiero escudriñar en tus ojos,
lo que hablan tus lágrimas cansadas,
que despiertan los movimientos,
por los que tiembla de pavor el alma.
¿Cuando dejaste de sentir la pasión entre mis brazos? ,
encontrando la certeza entre otros abrazada,
en rincones perdidos de otra cama.
¿cuando dejaron mis besos, ausencias de suspiros y miradas?
Dejando atrás el amor sin darnos cuenta.
¿Cuando perdimos la pasión del roce de la piel?
perdidas batallas...perdidas querellas.
en rincones perdidos de otra cama.
¿cuando dejaron mis besos, ausencias de suspiros y miradas?
Dejando atrás el amor sin darnos cuenta.
¿Cuando perdimos la pasión del roce de la piel?
perdidas batallas...perdidas querellas.
Anoche sin darme cuenta, avisaron mis sentidos,
agudizados y alertas.
No existían uñas dulces, arañando las espaldas,
ternuras disimuladas, finales mudos sin palabras,
preconizando con rostro blanco y frío, el adiós que no esperaba.
Tu muerte señor amor, tu entierro, en la tumba de mi vida.
agudizados y alertas.
No existían uñas dulces, arañando las espaldas,
ternuras disimuladas, finales mudos sin palabras,
preconizando con rostro blanco y frío, el adiós que no esperaba.
Tu muerte señor amor, tu entierro, en la tumba de mi vida.
Una tras otra comprendo ahora, las excusas divagadas.
Las arañas, los dolores y los miles de perdones,
condiciones, indisposiciones programadas,
los gritos de tus adentros, los tiempos y los destiempos.
Conteos largos de hormigas blancas,
las mentiras piadosas...las cartas.
Las arañas, los dolores y los miles de perdones,
condiciones, indisposiciones programadas,
los gritos de tus adentros, los tiempos y los destiempos.
Conteos largos de hormigas blancas,
las mentiras piadosas...las cartas.
No hables...quédate en silencio...callada.
Anoche sin darme cuenta,
probé la verdad de tus lágrimas,
sabían amargas y rancias,
desnudando tu corazón y al mío cual infante,
convirtiendo en costumbre,
eternas noches de amantes.
No podemos mentirnos mas,
llegó la muerte del amor.
¡Escucha!...alguien toca la puerta,
! ábrela ¡...y si es de nuevo el amor...adelante.
Anoche sin darme cuenta,
probé la verdad de tus lágrimas,
sabían amargas y rancias,
desnudando tu corazón y al mío cual infante,
convirtiendo en costumbre,
eternas noches de amantes.
No podemos mentirnos mas,
llegó la muerte del amor.
¡Escucha!...alguien toca la puerta,
! ábrela ¡...y si es de nuevo el amor...adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario