LA SINTAXIS FIGURADA.
Se refiere a aquella que, para imprimirle mayor fuerza ó elegancia a las expresiones, permite ciertas licencias contrarias a la sintaxis regular, bien sea alterando el orden regular de las palabras, omitiendo algunas, añadiendo otras, ó quebrando las reglas de la concordancia. Dichas licencias, autorizadas para su uso, se denominan “Figuras de construcción “. Leamos el siguiente pasaje: “el quejido de la campana, pareció despertar el sueño de la noche profunda sin causal aparente, y no podía ser otra, que el desquiciado grito de las voces, proclamando su Libertad. En este pasaje, resulta alterada en varias ocasiones la sintaxis regular. La cláusula circunstancial “el quejido de la campana”, se antepone al verbo “pareció”, apareciendo posteriormente, una nueva oración incidental, “y no podía ser otra”. La figuras de la construcción gramatical conocidas son cinco: hipérbaton, elipsis, pleonasmo, silepsis y traslación.
HIPERBATON.- Se refiere, a la inversión del orden natural de las palabras. Algunas como es sabido, tienen entre si una dependencia que no se puede alterar en lo referente a su colocación. El articulo por ejemplo, no se habrá nunca de separar del nombre ni del adjetivo, ni se ha de posponer á ellos, sucediendo lo mismo con las preposiciones, las cuales tienen que preceder forzosamente a las palabras que se rigen de ellas. Cometería un error quien dijese “paseo Próceres”, cuando debe decirse “El paseo de los próceres “. Tampoco las conjunciones pueden mudarse del lugar que les corresponde estar para enlazar palabras ú oraciones; por Ej. Raúl y María; caminar ó correr; pero si es preciso; AUNQUE diga lo contrario, etcétera. Solamente pues (continuativa) y empero (adversativa) se suelen posponer, y la primera con mas frecuencia que la segunda. Ej. : visto, pues, que la intervención era ya imposible, se pidió el acuerdo entre las partes; la rehusaron, empero el Cardenal….
Es tan poderoso su uso, que se ha hecho natural la utilización de las expresiones figuradas, que serian defectuosas sometidas al riguroso orden gramatical.
ELIPSIS.- Es la figura mediante la cual se omiten en la oración algunas `palabras que, siendo necesarias para completar la construcción gramatical, no hacen falta para que el sentido se comprenda; antes bien, si fuesen empleadas, quitarían a las expresiones la energía y el merito de la brevedad. El buen uso de estas figuras, requiere que las palabras omitidas sean de aquellas que emplea sin esfuerzo la persona con quien se habla, y que con la brevedad de la cláusula, se evite la redundancia y la pesadez que tendría en otras ocasiones. Ej. Cuando alguien dice o hace alguna cosa, o la ve hacer o la oye decir, y quiere saber la opinión de un tercero que esta presente suele preguntarle: ¿Qué tal?, y el requerido responde: bien, bueno. En la pregunta y en la respuesta se come te elipsis, porque, sin ella la pregunta seria : ¿Qué tal te parece?, y la respuesta : me parece bien ó bueno.
Con el simple monosílabo “que”, interrogando, podemos significar oraciones enteras, tales como : ¿Qué quiere usted?, ¿Qué has dicho tu?. Los adverbios si y no, equivalen a la repetición afirmativa o negativa de la pregunta a la que se contesta. Por último, hasta las más breves interjecciones encierran un pensamiento, y por consiguiente, son oraciones elípticas. Por cualquier lugar que se abra un libro, no se podrán leer algunas líneas sin encontrarnos con esta figura. Leamos las siguientes líneas: “Un lector amoral se destruye a si mismo; un escritor, a si y á sus lectores “. En el segundo miembro de esta cláusula, se omiten los adjetivos prodigo y mismo, el pronombre se y el verbo destruye en dos ocasiones, pues la integridad gramatical exigiría que se dijese: Un escritor amoral se destruye a si mismo y destruye a sus lectores.
PLEONASMO.- esta figura, equivale a lo mismo, lo que sobra ó la redundancia; es vicioso cuando se emplean palabras sin necesidad y que no le añaden belleza alguna; pero resultan útiles en ciertos vocablos para imprimirle fuerza a la expresión, y para que las personas que los escuchan, no les quede ninguna duda de lo que queremos expresar.
Cuando decimos “yo lo toque con mis manos “ , cometemos un pleonasmo, porque rigurosamente bastaría con decir “lo toque”; volar por el aire; subir para arriba; bajar abajo, pues no se puede volar por tierra, ni subir hacia arriba ni bajar hacia abajo; pero el uso, en ocasiones aprueba y hasta reclama este género de pleonasmos.
De la misma manera, es muy admitida la repetición de pronombres personales, aun cuando recaigan sobre una misma persona : a mi me dicen ; a ti te llaman ; a nosotros nos corresponde, y en ocasiones se emplea seguidamente un mismo pronombre en tres oportunidades, como : “yo me culpo a mi mismo” ; “ella se desprecia a si misma”.
SILEPSIS.- Se usa esta figura cuando, atendiendo a lo que representan y no a lo que dicen, expresamos ciertos vocablos de diferente concordancia, a lo que en rigor gramatical les correspondería: Su Majestad, es justo; Alteza, esta obedecido. Expresiones en las cuales los sustantivos Majestad y Alteza, no conciertan respectivamente con el adjetivo justo ni el participio obedecido. Se comete la figura de la silepsis, en el género y en el numero gramatical de las palabras ó en ambos.
TRASLACION.- Se hace uso de esta figura cuando á ciertos tiempos de los verbos, se da una significación que ordinariamente no tienen : Me traerás (en lugar de tráeme) un vaso con agua; Mañana salgo(por, saldré) para Caracas.
…continuara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario