I
Desfilaron las naciones,
con perros azules de guerras,
reverenciando tus rostros firmes,
erguidos sobre piedras muertas,
recordando… sus reflexiones,
cuatro uñas de dantas verdes,
a diez metros de distancias.
un Martí de piedra blanca,
un Simón de piedra negra.
Viendo… desfilar las tentaciones,
de bayonetas manchadas,
por la sangre de sus hijos,
en el blanco de sus almas,
mirando retazos de hambres,
de sus pueblos desolados,
marchó la vieja de plumas,
con la izquierda descolgada,
arrastrada… por las miserias del suelo,
tres edecanes…erguidos como palmeras,
cuidando tu mirada triste,
en noches del Magdalena,
camino de Santa Marta,
un colegio si sus niños,
sin sus saltos y sus risas,
llegó la niña… manchada de tierras grises,
tras el desliz del tobogán,
con sus rosario cansados,
de cientos de cuentas frescas.
Resucitareis de entre las piedras,
de las blancas…de las yertas.
Liberando nuevos pueblos,
pagando largas condenas.
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